domingo, 11 de diciembre de 2011

Allí donde solíamos gritar.


¿A que no sabes donde he vuelto hoy?
Donde solíamos gritar
diez años antes de este ahora sin edad,
aún vive el monstruo y aún no hay paz.

Y aún hoy,
sólo el grito y la ficción
consiguen apagar
las luces de mi negra alerta.

Vertical y transversal,
soy grito y soy crital,
justo el punto medio,
el que tanto odiabas
cuando tú me provocabas aullar.

Y ya está, ya hay paz,
oh, ya hay paz.
Y ya está, ya hay paz,
oh, ya hay paz.

¿Porque gritaba?
Lo sé y tú no,
no preguntabas,
tú nunca, no.

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