¿A que no sabes donde he vuelto hoy?
Donde solíamos gritar
diez años antes de este ahora sin edad,
aún vive el monstruo y aún no hay paz.
Y aún hoy,
sólo el grito y la ficción
consiguen apagar
las luces de mi negra alerta.
Vertical y transversal,
soy grito y soy crital,
justo el punto medio,
el que tanto odiabas
cuando tú me provocabas aullar.
Y ya está, ya hay paz,
oh, ya hay paz.
Y ya está, ya hay paz,
oh, ya hay paz.
¿Porque gritaba?
Lo sé y tú no,
no preguntabas,
tú nunca, no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario